Síntomas de osteocondrosis de la región torácica.

La forma torácica de osteocondrosis se caracteriza por daño degenerativo del cartílago intervertebral y cambios secundarios en las vértebras torácicas. El diagnóstico de la enfermedad a veces es bastante problemático, ya que a menudo se "enmascara" como otras patologías: infarto de miocardio, angina de pecho, patologías del tracto gastrointestinal.

Características de la osteocondrosis torácica.

Este tipo de enfermedad es bastante rara en comparación con la columna cervical y lumbar.

La razón radica en las peculiaridades de la estructura anatómica de la región torácica:

  • es el más largo (consta de 12 vértebras);
  • en esta área hay una ligera curvatura natural: cifosis fisiológica, que alivia parte de la carga de caminar erguido;
  • la zona del pecho se articula con las costillas y el esternón, que realizan las funciones de marco fisiológico y asumen la carga principal;
  • en sección transversal, el canal espinal de la región torácica tiene las dimensiones más pequeñas;
  • Las vértebras torácicas son más delgadas y más pequeñas, pero tienen largas apófisis espinosas.

Debido a estos factores, la zona torácica no es particularmente móvil, por lo que la osteocondrosis en esta parte de la columna es rara, pero los síntomas son bastante pronunciados: es un dolor bastante fuerte y desagradable que se acompaña de pinzamiento de los nervios espinales e irrita el hombro. cinturón y órganos de las extremidades superiores, que se encuentran en la cavidad abdominal y el tórax. Por las mismas razones, las manifestaciones de la forma torácica de osteocondrosis suelen ser atípicas, lo que complica significativamente el diagnóstico de la patología y el tratamiento posterior.

La estrechez del canal espinal, la presencia de cifosis fisiológica y el tamaño relativamente pequeño de las vértebras crean las condiciones más favorables para el desarrollo de hernias de disco intervertebrales. Dado que una parte importante de la carga recae principalmente sobre las partes frontal y lateral de los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales, el disco intervertebral se desplaza hacia atrás y se forma una hernia de disco, también conocida como hernia de Schmorl.

La parte anterior de las vértebras está sometida a más tensión que la parte posterior. Por esta razón, el crecimiento de osteofitos y la hernia discal ocurren muy a menudo fuera de la columna y no afectan la médula espinal.

Etapas de la osteocondrosis torácica.

Las manifestaciones de la osteocondrosis torácica están determinadas por cambios en los discos intervertebrales y las vértebras, según las cuales se distinguen cuatro etapas principales de la enfermedad:

  • La etapa I se caracteriza por la deshidratación de los discos intervertebrales, lo que hace que pierdan elasticidad y fuerza, pero aún conservan la capacidad de soportar cargas normales. Comienza el proceso de aplanamiento del disco intervertebral, su altura disminuye y se forman protuberancias. El dolor en esta etapa es leve.
  • En el estadio II, se forman grietas en el anillo fibroso y se observa inestabilidad de todo el segmento. Al agacharse y realizar algunos otros movimientos, las sensaciones de dolor se vuelven más intensas y se intensifican.
  • Un signo característico del estadio III es la rotura del anillo fibroso y el inicio de la formación de una hernia de disco.
  • A medida que la enfermedad avanza al estadio IV, las vértebras comienzan a acercarse debido a la falta de resistencia del disco intervertebral, lo que resulta en espondiloartrosis (trastornos de las articulaciones intervertebrales) y espondilolistesis (torsión o desplazamiento de las vértebras). La movilización de fuerzas compensatorias para aliviar la presión conduce al crecimiento de la vértebra, a un aumento de su área y a su aplanamiento. La parte afectada del anillo fibroso comienza a ser reemplazada por tejido óseo, lo que limita significativamente las capacidades motoras de la sección.

Grados de osteocondrosis torácica.

Hoy en día, muchos especialistas utilizan un principio de clasificación diferente, según el cual el curso de la osteocondrosis de la columna torácica se distingue no por etapas, sino por etapas con sus rasgos característicos.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad de primer grado? Normalmente, el diagnóstico se realiza cuando un disco se rompe debido a un esfuerzo excesivo o un movimiento brusco. En este caso, aparece repentinamente un dolor agudo en la columna. Los pacientes lo comparan con el paso de una corriente eléctrica a través de la columna. Esta condición se acompaña de una tensión refleja de todos los músculos.

El segundo grado de osteocondrosis torácica ocurre cuando se produce inestabilidad de la columna y se desarrollan síntomas de un disco abultado. Esta afección es muy rara, ocurre con períodos de exacerbación y remisión posterior y se detecta solo durante un examen de diagnóstico completo.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de tercer grado? El dolor se vuelve constante, se irradia a lo largo del nervio dañado y se acompaña de pérdida parcial de sensibilidad en las extremidades superiores o inferiores, cambios en la marcha y fuertes dolores de cabeza. En esta etapa a menudo se observan dificultades para respirar y alteraciones en el ritmo cardíaco normal.

Se puede hablar de transición al cuarto grado cuando los síntomas de la enfermedad desaparecen y persisten los síntomas de inestabilidad de la columna (deslizamiento, torsión de las vértebras, fijación entre sí). Los osteofitos comienzan a crecer, pellizcando gradualmente los nervios espinales y comprimiendo la médula espinal.

Síntomas y signos típicos.

La osteocondrosis de la región torácica tiene signos bastante característicos mediante los cuales es muy probable que se pueda diagnosticar esta enfermedad:

Síntomas de osteocondrosis torácica en radiografía.
  1. Neuralgia intercostal: a menudo el dolor se localiza en una zona, después de lo cual se extiende rápidamente a todo el tórax, obligando al paciente a adoptar una determinada posición y complicando significativamente la respiración.
  2. El dolor se vuelve significativamente más intenso al girar, mover el cuello, doblarse, levantar los brazos o respirar (inhalar-exhalar).
  3. Los músculos de la espalda media y superior sufren espasmos severos. También es posible la contracción de las fibras musculares de los músculos abdominales, la zona lumbar y la cintura escapular, que es de naturaleza refleja (se desarrolla en respuesta a un síndrome de dolor agudo).
  4. La neuralgia intercostal suele ir precedida de dolor, rigidez y malestar en el pecho y la espalda durante el movimiento. El dolor puede ser muy intenso y durar varias semanas sin extenderse antes de desaparecer gradualmente.
  5. Todos los síntomas empeoran por la noche. Por la mañana se vuelven notablemente más suaves o disminuyen, se agravan con la hipotermia, los movimientos (especialmente los vibratorios y repentinos) y pueden manifestarse en forma de cierta rigidez.

Síntomas y signos atípicos.

A menudo, los síntomas de la osteocondrosis localizada en la zona del pecho son similares a los de otras enfermedades.

  1. Imitación del dolor característico de las enfermedades cardíacas (infarto de miocardio, angina de pecho). Este dolor puede durar bastante tiempo (a diferencia de la cardialgia), mientras que los fármacos convencionales para dilatar las arterias coronarias no eliminan el dolor. El cardiograma tampoco muestra cambios.
  2. En la etapa aguda de la osteocondrosis torácica, el dolor en el esternón a menudo ocurre durante un período prolongado (hasta varias semanas), lo que recuerda a las enfermedades de las glándulas mamarias. Se pueden descartar mediante un examen realizado por un mamólogo.
  3. El dolor en el abdomen (región ilíaca) es similar a la colitis o gastritis. Cuando se localiza en el hipocondrio derecho, la colecistitis, la pancreatitis o la hepatitis a menudo se diagnostican incorrectamente. Estos síntomas suelen ir acompañados de alteraciones del sistema digestivo debido a daños en su inervación. En tales casos, es necesario identificar la osteocondrosis torácica como la enfermedad primaria que provoca tales manifestaciones.
  4. Si se daña la zona inferior del pecho, el dolor se concentra en la cavidad abdominal, simulando enfermedades intestinales, pero no hay relación con la calidad de los alimentos consumidos y la dieta. La gravedad del dolor aumenta principalmente con la actividad física.
  5. Los trastornos del sistema reproductivo o urinario también surgen de alteraciones en la inervación de los órganos.
  6. El daño en la parte superior de la región torácica provoca la aparición de síntomas como dolor en el esófago y la garganta, así como sensación de cuerpo extraño en la faringe o en la zona retroesternal.

Los síntomas atípicos se caracterizan por su manifestación al final de la tarde, ausencia por la mañana y aparición cuando aparecen factores provocadores.

Dorsago y dorsalgia

El dolor es el síntoma principal de la osteocondrosis torácica.

Los signos de osteocondrosis torácica incluyen dos síndromes vertebrales:

  • Dorsago;
  • Dorsalgia.

Dorsago es un dolor punzante repentino en el área del pecho que ocurre principalmente al ponerse de pie después de estar sentado en una posición inclinada durante mucho tiempo. La intensidad del dolor puede ser tan grande que la persona tenga dificultad para respirar. En este caso, se produce una tensión muscular significativa y un rango de movimiento limitado en dos secciones: las áreas cervicotorácica y toracolumbar.

La dorsalgia se caracteriza por un desarrollo gradual e imperceptible. La intensidad del dolor es leve; a veces puede describirse más como una sensación de malestar que como un síndrome de dolor. Principales características:

  • La duración puede ser de hasta 14-20 días.
  • Se observa una exacerbación del síndrome al inclinarse hacia un lado o hacia adelante o al respirar profundamente.
  • con dorsalgia superior, los movimientos están limitados en el área cervicotorácica, con dorsalgia inferior, los movimientos están limitados en el área lumbar-torácica;
  • el dolor aumenta por la noche y puede desaparecer por completo al caminar;
  • El aumento del dolor es causado por respirar profundamente y permanecer en una posición durante mucho tiempo.

diagnóstico

Para confirmar el diagnóstico se realiza lo siguiente:

  1. Radiografía. Con su ayuda podrás identificar:
    • Cambios en la anatomía del segmento dañado;
    • engrosamiento del disco intervertebral;
    • deformación y desplazamiento vertebral;
    • Diferencia de altura de los discos intervertebrales.
  2. La tomografía computarizada (CT) y la resonancia magnética (MRI) son métodos más precisos porque proporcionan una imagen capa por corte del área afectada.
  3. La electromiografía se realiza para diferenciar los síntomas neurológicos que surgen como resultado de la compresión de las raíces nerviosas en la osteocondrosis torácica. Se prescribe un examen si se presentan los siguientes signos:
    • alteración de la coordinación de movimientos;
    • Dolor de cabeza;
    • Mareo;
    • Fluctuaciones de presión.
  4. Pruebas de laboratorio: se realizan para determinar los niveles de calcio en sangre y la VSG (velocidad de sedimentación globular).